supera la leucemia a los 55 años y escala el volcán más alto del mundo

I’negocio De André Cappadozzi es para enmarcar. Patrica, de 55 años, en la provincia de Frosinone, tras vencer al leucemia decidió que quería trepar EL volcán el más alto del mundo, el Ojos del Salado en André, en la frontera entre Argentina y Chile, y, tras nada menos que tres intentos, lo consiguió.

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La hazaña

Con mi amigo médico Christian Ghini de Roma, en 11:00Cappadozzi me alcanzó 6891 metros del volcán “La verdad medicamento combatir los males es perseguir los propios Sueños. Nunca debes rendirte”, dijo el hombre de 55 años a Il Messaggero.

La enfermedad

El hombre, que vive en Castro Dei Volsci con su esposa y sus dos hijos, ya tenía planeado el trepar en el volcán antes diagnóstico leucemia: “La primera vez que lo intenté fue en 2016. Lo intenté, pero salió mal. Tenía serios problemas de salud que no me dejaban la energía necesaria para realizar mi sueño. De vuelta en Ciociaria, hice algunas comprobaciones. El 1 de julio del mismo año, en el Policlínico de Roma, una doctora diagnosticó un forma rara leucemia”, dice el hombre de 55 años.

“Una pesadilla”

“Una pesadilla para mí que llevo más de veinte años yendo a la montaña. Tan pronto como salí de la visita, le dije la respuesta a mi familia, mi esposa y mis parientes. cayeron en el desesperación. En cambio, traté de obligarme a mí mismo preguntándole al médico si podía empezar a escalar montañas de nuevo. Él respondió que sí. Me dije a mí mismo que para lograr mi sueño, tendría que poner aún más fuerza y coraje“, agregó. Hay quimioterapia, que empezó un mes después del diagnóstico, “fue duro -reconoce Andrea-, pero al poco tiempo empecé a andar, a entrenar y a andar en bicicleta. Primero doscientos metros, luego cuatrocientos, ochocientos todos los días hasta que logró llegar a más de 1000 metros del Monte Cacume el 10 de octubre de 2016. Ya era una gran meta. sentí curado. Quedó el sueño de Ojos del Salado. Lo intenté de nuevo en 2020 pero esta vez también, por diversas vicisitudes, no lo logré”.

El sueño se vuelve realidad

“Hace como un año, junto a mi amigo Christian, retomé el entrenamiento duro para lograr el objetivo. Con la carpa, algunas provisiones, partimos para el nuevo aventura. Duró 18 días y el ascenso a 6891 metros tomó 11 horas. Nutrición y mucho entrenamiento son los secretos para lograr estos objetivos. Próximos objetivos? Mi hijo me pidió que lo llevara a Kiljmanjaro, ya veremos. Un sueño que logró alcanzar y que quiso dedicar a sus hijos y a su esposa Patrizia quienes siempre lo apoyaron en los momentos difíciles, infundiendo mucha fuerza a Andrea.

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Pastora Galan

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