La Policía de Investigaciones (PDI) desclasifica nuevos documentos secretos de la Operación “Departamento 50”, que desmanteló las células de espionaje de la Alemania nazi que operaron en Chile durante la Segunda Guerra Mundial.
La PDI también difundió un video con una entrevista al único detective vivo del grupo, el prefecto retirado Hugo Villegas, quien recordó que en ese momento “no existía ninguna otra organización pública o privada dedicada a estos temas de política internacional”.
“Teníamos muy pocos recursos materiales y mucho trabajo”, dijo Villegas, y agregó que el equipo realizó su labor policial “sin publicidad”.
Esta nueva obra consta de trece volúmenes que serán donados al Archivo Nacional y contendrán imágenes e información sobre cómo el Departamento 50 de la PDI investigó a los grupos nazis entre 1939 y 1945.
Los hijos del exjefe del Departamento 50, Hernán Barros Bianchi, estuvieron presentes en la entrega pública del material hasta entonces secreto, que se realizó en Santiago. Conocieron por primera vez el trabajo que hacía su padre. .
El 22 de junio, la PDI ya había desclasificado más de mil expedientes y documentos del llamado Departamento 50, que el Archivo Nacional digitalizó y publicó en su sitio web.
La desclasificación de estos documentos, que permanecían secretos en aplicación de la ley nacional de inteligencia, fue posible gracias a la petición realizada el pasado mes de enero por un grupo de diputados.
La unidad de inteligencia de la policía civil chilena, conocida como Departamento 50, fue creada en 1941 después de que grupos nacionalsocialistas se establecieran en el sur del país a principios de esa década.
Organizados en Chile y Argentina, estos grupos buscaban controlar el tránsito por el Estrecho de Magallanes, un punto estratégico de comunicaciones.
En 1942 se cerró una emisora de radio alemana que operaba en la localidad chilena de Quilpué y transmitía mensajes cifrados a Alemania en las rutas de los buques mercantes aliados.
Un año después, una veintena de personas fueron detenidas en Santiago y el sur de Chile. La operación también descubrió equipos de radio de alta tecnología, dinero en efectivo, códigos para enviar mensajes a Alemania y planes para bombardear sitios mineros en un pueblo del norte de Chile. EFE
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