Cambio político radical en Chile En la votación del domingo para la elección de los 50 miembros de la nueva Asamblea Constituyente, el ultraderechista Partido Republicano, encabezado por José Antonio Kast, obtuvo el 35% de los votos y 22 escaños. Junto a la derecha tradicional, Chile Seguro (21%, 11 escaños), controlará el proceso de elaboración de la futura “Ley Fundamental”, que sustituirá a la heredada de Pinochet.

Dura derrota para la izquierda del presidente Gabriel Boric -Unidad para Chile- que se queda con el 28% de los votos y con sólo 17 escaños pierde todo derecho de veto sobre los artículos de la nueva Constitución, que será sometida a referéndum en diciembre. Desapareció el centroizquierda de “Todo por Chile”, la excoalición de Michelle Bachelet que ni siquiera obtuvo un escaño.

Kast, de hecho, defiende la “corrección” de la actual Constitución, promulgada en 1980 bajo la dictadura de Augusto Pinochet. “Hoy es el primer día de un futuro mejor para nuestro país”, ha dicho el líder del Partido Republicano, que también tiene estrechos vínculos con la extrema derecha europea, empezando por Vox España. Por su parte, Boric reconoció “el fracaso”, reconociendo que su partido no quiso escuchar a nadie que pensara lo contrario. “Insto al Partido Republicano a no cometer el mismo error que nosotros”. Una clara alusión al anterior proceso constituyente, nacido de las multitudinarias protestas que comenzaron en octubre de 2019 y por las que Boric, en el poder desde hacía poco más de un año, había apostado mucho. Definida como “la carta más moderna del mundo”, el proyecto de constitución elaborado por una asamblea de extrema izquierda fue rechazado en referéndum el pasado mes de septiembre.