El juez español habla con LaPresse
11 de mayo de 2023
“Dicen que cuando estás en el centro de un huracán estás en el lugar más tranquilo, porque no ves lo que sucede a tu alrededor, no ves los efectos del movimiento natural. En cierto sentido, cuando se toma una decisión judicial, somos conscientes de los efectos que puede producir, pero no vemos lo que está pasando, no podemos ver lo que está pasando en tiempo real porque estamos centrados en qué hacer.’ Esta es la imagen con la que Baltasar Garzón, el juez español que ordenó y obtuvo la detención del dictador chileno Augusto Pinochet en Londres el 16 de octubre de 1998, describe a LaPresse el estado de ánimo de los días previos y posteriores a su detención. En una entrevista con motivo del 50 aniversario del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile, en el que el general Pinochet puso fin al gobierno del presidente socialista democráticamente electo Salvador Allende, Garzón cuenta a LaPresse detalles y anécdotas de cómo llegó a ese freno. En un principio, la idea era ir a Londres a recoger unas declaraciones del expresidente chileno, idea que cambia en el camino cuando Garzón se entera de que Pinochet tiene la intención de salir de Londres el sábado 17 de octubre. Fue entonces cuando, en la tarde del 16 de octubre, un viernes, Garzón decidió dictar la orden de aprehensión. Un documento escrito de manera muy concisa, por la urgencia de la situación pero no solo: “la anécdota es que cuando dí la orden de aprehensión ya se había ido el oficial que tenía la instrucción del caso porque era viernes y Eran las dos de la tarde, por lo que tuve que redactar de memoria la orden de aprehensión, escribiendo sólo la primera parte y dejando el resto abierto”, a tal punto que en las siguientes 48 horas fue una carrera contrarreloj para desarrollar el documento para hacerlo más sólido.
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