“La primera vez que bebí tenía quince años, lo recuerdo bien: una noche de mediados de agosto en la playa del mar Adriático, en Torrette di Fano, y medio litro de “limoncé” caliente que vomité al cabo de unos minutos, al día siguiente “Un día me prometí a mí mismo que nunca volvería a beber. No sucedió exactamente así”. Esta es la confesión que Lorenzo Cilembrini, 42 años, cantautor y guitarrista de Arezzo conocido como “Chile”, confía en Instagram. Los fans de J-Ax lo recuerdan como la voz del coro de “María Salvador”, éxito absoluto del verano de 2015 e himno por la legalización del cannabis.. Pero en su carrera también hay muchos singles y colaboraciones con Club Dogo y Negrita (y también grabó una canción para la banda sonora de la serie de televisión). pulseras rojas).
Hoy, Chile habla del difícil camino para escapar del alcoholismo, adicción que lo aqueja desde hace años y que ahora lo lleva a arriesgar su vida a causa de una enfermedad pancreática. “Siempre he usado alcohol para romper esta barrera de incapacidad para comunicarse y miedo al juicio de los demás que llevo conmigo desde la adolescencia. Más Soy un alcohólico atípico: soy un “binger”“. Puedo pasar semanas sin beber, pero cuando bebo, puedo pasar dos días sin descanso”, dice en Instagram, explicando cómo hace dos años bebió tanto que se desmayó y se despertó en el hospital, con diagnóstico de pancreatitis aguda.
“Hace dos años, en verano, estuve en Garda con una chica que alimentó mi lado autodestructivo en exceso. Luego, en Gardaland, según lo que habíamos bebido, nos quedamos dormidos durante las torres gemelas (la atracción llamada “Space Vertigo”, que simula una caída al vacío, nota del editor). De regreso al hotel, “después de cenar nos encontramos en un bar donde el dueño propuso el reto de beber una bebida gigante con prácticamente una botella de Jägermeister en su interior. Recuerdo que me desperté en el hospital, intenté sacarme el catéter y escuché al médico decirle a la enfermera de mi autodestrucción “Bloquéame si todavía quiere tener vida sexual conmigo”, esta es la dramática historia del cantante. El reporte fue: pancreatitis aguda.
Pero eso no detuvo la adicción: “Después de que me fui, me mantuve limpio durante unos tres meses, luego Empecé a beber de nuevo cuando y como quería.. Durante dos años enteros, con los habituales trastornos que se producen en el ámbito profesional, en el ámbito humano, en el de los sentimientos, en el de la paz interior. En definitiva, en la vida en todas sus facetas.” Luego, el punto de inflexión: “El sábado Me dijeron que (si no quiero morir e incluso si mis canciones a menudo no inspiran euforia, todavía me gustaría escribirlas) No necesitaré volver a tocar el alcohol de por vida.. Y aunque parezca una estupidez, es surrealista, cuando el médico me explicó técnicamente el páncreas y la cronicidad, utilizando todos los términos que me trajeron de vuelta al mundo hospitalario, Me sentí libre de una enorme carga» subraya Chile.
Su confesión pretende “explicar a los niños que cada sustancia debe imaginarse como una banda elástica que se estira con el pulgar y la punta del dedo”. Puedes tirar de ella mucho, incluso toda tu vida, puede pasar que un pulgar y la yema de un dedo cedan y cuanto más tiras de ella, más dolor sentirás en la otra mano. De ahí el estímulo: “No temas buscar ayuda si te sientes esclavizado por una sustancia.. Somos humanos y mientras no estemos en la clandestinidad, tenemos derecho a sentirnos lo mejor posible”. Muchos mensajes de solidaridad y aliento recibieron del cantante tras la publicación de su exabrupto.
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