El canciller alemán, Olaf Scholz, es el primer líder europeo en reunirse con el presidente brasileño recientemente juramentado para su nuevo mandato. También lo sigue un equipo de decenas de emprendedores que lo acompañan en su periplo sudamericano. Negocios y clima. De hecho, durante la reunión también se mencionó el medio ambiente: Scholz prometió 200 millones de euros en ayudas a Brasil para defender el clima y la selva amazónica.
Lula da Silva le devuelve el favor con la voluntad de aplicar el tratado de libre comercio a finales de verano Europa-Mercosurdestacando sin embargo que si no ha tenido éxito en el pasado es por la resistencia de Francia, ansiosa por proteger sus productos agrícolas.
Hablando del medio ambiente, Lula da Silva aprovechó la oportunidad para comprometerse a defender el yanomami, un indígena cuyo territorio, 10 millones de hectáreas, es arrasado y lleno de mercurio por mineros ilegales, la mafia del oro, como la llaman. Se enriquece mientras los indígenas mueren de hambre, infecciones, disentería. Lo llaman genocidio.
Scholz visitó el chile y argentina antes de viajar a Brasil para buscar nuevas oportunidades en el extranjero para las empresas alemanas tras la invasión rusa de Ucrania.
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