La Fuerza Aérea Brasileña (FAB), que combate el incendio en Chile con un avión Hércules C-1 desde el pasado lunes (130/30), alcanzó el umbral de 48 misiones en seis días de trabajo. Más de 500 litros de agua fueron arrojados sobre incendios localizados principalmente en la región del Bio-Bío. Uno de los pilotos en Chile dice que estas cifras son récord para las FAB en este tipo de misiones.
“Nunca habíamos tenido un número tan elevado de salidas. Ni en actividades de entrenamiento de tripulaciones ni en operaciones reales. Nuestra última misión fue a Lençóis, Bahía, en diciembre de 2015; y antes hubo uno en Brasilia”, explica el capitán Rafael Portella Santos, piloto del 1.er Grupo de Transporte de Tropas (1.er GTT).
El esfuerzo de los militares brasileños, que aún se encuentran en Chile sin intención de regresar, es reconocido por la población local. “La gente nos para en la calle para agradecernos, hablan de un amigo que vive cerca de un incendio y nosotros pasamos y logramos apagarlo. En el centro comercial, en la ciudad, en el hotel”, explica el capitán.
El empresario Rafael López Faúndez ofreció un almuerzo a los tripulantes, quienes se encontraban comiendo raciones operativas, como agradecimiento por su apoyo en el combate del incendio. “Vinisteis como ángeles para apagar el fuego y traernos esperanza y alivio”, dijo.
Cláudia Maria da Penha Souza, brasileña pero residente en Chile desde hace 20 años, dice que el incendio fue devastador y que la población local quedó sin esperanza. “Cuando vi por televisión que llegaba el Hércules fue una emoción muy grande, porque tenía la sensación de que Chile estaba a punto de desaparecer. Nunca olvidaré que mi país, Brasil, vino en nuestra ayuda”, relata.
Este domingo, los soldados de la FAB aún no han sido llamados para liberar el agua, después de que los trabajos de los últimos seis días lograron apagar los incendios. Pero la tripulación sigue de servicio. “Hace mucho calor y está seco, no hay riesgo de lluvia durante los próximos días, por lo que algunos puntos podrían volver a iluminarse. Estamos aquí, repostados y listos para despegar”, afirma el capitán Portella.
La FAB cuenta con dos Hércules C-130 para esta misión en Chile, pero sólo uno es capaz de utilizar equipos de transporte acuático.
Por – Fuerza Aérea Brasileña
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