Europa fuera de la historia | Soverato Web

Rusia declara, sin rodeos, que el próximo invierno nos dejará en el frío. Y estas no son amenazas absurdas si, al margen de las charlas, toda la economía europea depende del gas ruso.

Pregunta: ¿Qué idiotas de la clase dominante de la UE nos permitieron apostar todo por el gas ruso? Ojo, diría exactamente lo mismo tanto si el gas viene de Chile como de San Marino: meterse en manos de cualquiera es una tontería aún peor que cuando Italia consiguió el euro a 1936,27 liras, casi dos mil.

¿Cómo es posible que personas aparentemente normales cometieran tales errores? Muy sencillo: los líderes europeos están dominados por la más loca de todas las ideologías, la que se aprende de memoria en los libros, y que predica una fe idólatra ni siquiera en la economía o las finanzas.

Tienes un dios de oro y plata…

llora el Padre Dante en Inf.XIX; pero por lo menos era plata y oro; nuestro dios… no, nuestro fantasma europeo es de papel, y estéticamente feo también. ¿Cómo los genios causaron estragos con los ocho grados? Gastamos poco, así que tomamos gasolina rusa. Nunca se les ocurrió que Rusia (ya sea San Marino o Chile, ¡lo mismo!) tenía poder de grifo.

Este es, pues, el gran fracaso de Europa.

Mientras tanto, la guerra prosigue -ciertamente con cansancio, y hasta los periódicos y la televisión lo ponen en el décimo noticiero- la guerra; y los Estados Unidos y sus vasallos, incluida Italia, envían a Ucrania suficientes armas para luchar, prolongando así la guerra, y no las suficientes para ganar.

Mientras tanto, a la Europa liberal-democrática no le importa que no exista, frente al “sultán y tirano y siniestro” Erdogan, que cuenta, y mucho, mientras que Europa cuenta para nada.

Conclusión: aquí el problema no es estar con Europa o no; el problema es precisamente y precisamente Europa que no funciona, además no existe ni en economía, ni imaginan en política exterior.

Si queremos detenernos ahí, Europa en el sentido de la UE debe cambiar radicalmente. En casa las bellas figuritas tipo Úrsula; con nosotros los obtusos burócratas de Bruselas, los que miden los plátanos; en casa los parlamentarios europeos, en realidad jubilados de lujo.

Necesitamos un gobierno auténtico, con las identidades esenciales del gobierno auténtico: la política exterior y las fuerzas armadas. ¿Y la OTAN? Bueno, eso no serviría de nada.

Por lo tanto, necesitamos una cultura nueva, incluso muy antigua: y eso es política en el sentido más serio del término.

Ulderico Nístico

PD: De todo esto, no veo ni una sombra en el horizonte.


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Alita Caraballo

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