La viuda del ex dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990), Lucía Hiriart, ha muerto a los 99 años. Así lo informaron los principales medios locales, recordando que Hiriart padecía desde hace meses problemas respiratorios. Hiriart, largamente ausente de la actividad pública por su avanzada edad y quien en los últimos años ha sido hospitalizada varias veces por su delicada salud, falleció en su residencia en Santiago.

Lucía Hiriart es una de las figuras históricas más importantes del país. Su muerte se produce casi 15 años después de la muerte de su marido el 10 de diciembre de 2006, y sólo tres días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en las que la izquierda de Gabriel Boric se opone a la derecha de José Kast.

Inmediatamente después de que se difundió la noticia de la muerte de la viuda, muchos chilenos celebraron en la plaza. Cientos de personas se concentraron principalmente en Plaza Italia, en el centro de Santiago. Elocuentes fotos de AFP muestran a los ciudadanos mientras descorchan botellas de vino espumoso, tintinean copas, ondean banderas nacionales, sonríen en el automóvil y tocan la bocina con júbilo. En Twitter, es el día de la cuenta “¿Está muerta la vieja? ”, seguido de 54.000 personas, quienes se informan diariamente sobre la salud de doña Lucía. El jueves por la noche, publicó un solo “Sí”, retuiteado decenas de miles de veces.

A pesar de ser admirador de Pinochet, Kast descartó asistir al funeral de Hiriart. “Más allá de las condolencias a la familia, no quiero convertirlo en un tema político”, dijo Kast a los medios locales, diciendo que lamentaba ver a la gente celebrar la muerte de la viuda de Pinochet. Boric, candidato de una coalición que incluye al Partido Comunista de Chile, dijo que Hiriart “murió impunemente, a pesar del profundo dolor y división que causó en el país”.

Desde la muerte de su esposo el 10 de marzo de 2006, Doña Lucía -como le gustaba que la llamaran- había optado por mantener un perfil bajo, en particular por los problemas legales relacionados con el patrimonio familiar y la gestión de los Centros de Madres ( CEMA), una red de instituciones que se negó a abandonar a pesar de que Pinochet tuvo que ceder el poder al presidente democráticamente electo, Patricio Aylwin, en marzo de 1990. Su última aparición pública fue en abril de 2020, tras la muerte del exministro Sergio Onofre Jarpa de la interior de la dictadura. En una biografía no autorizada publicada en 2013 bajo el título “Doña Lucía”, la periodista Alejandra Matus la calificó de “estratega política, del poder en las sombras”, sobre todo porque el propio Pinochet admitió que fue una de las personas que más influyó en su decisión de llevar a cabo el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende. Lucía y Pinochet, que se casaron en 1943, tuvieron cinco hijos: Lucía, Augusto, Verónica, Marco Antonio y Jacqueline.