después de medio día el traslado al albergue

“¡Secuestrados en Perú! Chilenos, estadounidenses, italianos, colombianos, argentinos, japoneses, holandeses fueron secuestrados durante más de 28 horas para protestar políticamente. Pedimos a cualquiera que comparta para acceder a los pisos superiores. Estamos en Checacupe sin dinero, sin alimentos, sin éxito en el contacto con los familiares y sin baños. Pedimos que estos mensajes se difundan lo más posible para poder encontrar una solución”.

Así escribió en Facebook ayer por la mañana, hora italiana, la florentina Martina Meoni, de 25 años, atrapada en un autobús en Perú, no lejos de la frontera con Bolivia, debido a las manifestaciones que se desarrollan en el país tras el intento de golpe de Estado del expresidente. Pedro Castillo. En su lugar fue minada Dina Boluarte, quien fuera asistente de Castillo. Sin embargo, simpatizantes de este último llevan días manifestándose y pidiendo al nuevo presidente que deje el liderazgo de Perú. El país, aunque poco se habla de él en Italia, está en crisis. Los cuatro jóvenes italianos se encontraron en medio de las manifestaciones, en medio de un viaje que debería haberlos llevado también a Chile y Argentina.

“Llevamos aquí desde el lunes por la noche. Intentamos difundir nuestras noticias tanto como sea posible, tratamos de ponernos en contacto con cualquier persona. Vinimos de vacaciones a Perú hace dos semanas. Nos hubiéramos mudado a Bolivia de la noche a la mañana. Fuimos arrestados en este pueblo. Fuimos bloqueados por los manifestantes. Desde los diarios y noticieros de televisión de Cuzco y Lima, bloquearon todo: bloquearon el aeropuerto de Cuzco, bloquearon el transporte, trenes, autobuses, cerraron comercios, rompieron ventanas. Desde la noche estamos en contacto con la Embajada de Italia en Perú. Nos han dicho que esperemos un rato, que nos avisan lo antes posible”, dijo ayer Martina a Rai Radio1, contactada por el programa Menabò.

“No estamos en peligro, al menos no lo creemos. Pero estamos en un pueblo pequeño, les falta dinero. No hay lugares para retirarse. No hay puesto que pagar. Algunas personas ya están cortas de dinero. Hay quienes no pueden comer ni beber. Los que tienen efectivo compran para los que no. En el bus van chilenos, argentinos, venezolanos, holandeses, franceses, americanos. Hay todo. Hay una cola de más de 20 km de autocares, coches, vagones. Están esperando que algo se mueva”, dijo.

Horas de angustia, ciertamente intensas, para la joven de 25 años y para sus tres compañeros de viaje, entre ellos el Giulia Opizzi, 21 años, de Cesenatico. Entonces se resuelve la situación, gracias también a la labor de la diplomacia italiana, y los cuatro son trasladados a una posada. Sin duda una “aventura” más en un curso ya de por sí muy aventurero, que los cuatro se habrían ahorrado con gusto. En Perú, mientras tanto, continúa el estado de emergencia y el malestar. (A continuación se muestra una imagen del perfil de Instagram de Martina Meoni ‘tictactina25’)

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Alita Caraballo

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