Del primer avión a la plataforma superinteligente del futuro

Era el 28 de marzo de 1923 cuando la Fuerza Aérea se convirtió en la tercera fuerza armada italiana independiente con el art. 1 del Real Decreto 645. Sin embargo, ya cuarenta años antes, en 1884, el Ministerio de la Guerra había autorizado la creación del Servicio Aeronáutico, encargado de gestionar los primeros globos de observación. Después de algo menos de veinte años, el 17 de diciembre de 1903, la historia del vuelo “más pesado que el aire” y la innovación en el campo aeronáutico iniciará oficialmente su andadura: el avión Flyer construido por los hermanos Wright, una frágil nave motorizada, fabricada de madera y lona, ​​voló durante 12 segundos, 36 metros, a una velocidad de 50 km/h. Un tiempo tan breve para marcar el inicio de un viaje tan largo y difícil, que llevó al hombre a superar la velocidad del sonido en 1947.

Ce n’est pas un hasard si le XXe siècle a été élu le “siècle de l’envol” et l’Italie – avec ses petites et moyennes entreprises, dont beaucoup fusionnent aujourd’hui avec Leonardo – a été parmi les protagonistes de cette historia. Desde el triplano diseñado por el Ing. Aristide Faccioli que voló a Turín en 1909, en la primera escuela militar de vuelo en Centocelle, que más tarde se convertiría en el primer aeropuerto italiano: son episodios “emblemáticos” que darán lugar a metas, experimentos, entusiasmo y victorias – que contribuyeron a formar el imaginario cultural del país- con una sucesión de impactos significativos en los campos civil, militar, industrial y tecnológico.

Fue precisamente durante los años de la Primera Guerra Mundial cuando las empresas aeronáuticas italianas iniciaron un proceso de rápida industrialización gracias al cual se produjeron 12.400 aviones, entre aviones “terrestres” e hidroaviones: de las 17 empresas que operaban en 1915, aumentó a 355 en 1918. Durante estos años nacen las primeras empresas nacionales, entre ellas la caproni (1911), elFuerza Aérea Macchi (1913), el SEA Marchetti (1915), elAnsaldo (1916), famoso por su EVAel biplano de reconocimiento en el que Gabriele D’Annunzio sobrevoló Viena en agosto de 1918, y el aviones romeo (1924).

Ildefonso Seta

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