La última noticia, que llegó el viernes desde Chile, aparentemente no tiene nada que ver con China porque es la protagonista. Empresa Química y Minera (SQM)uno de los mayores productores de litio del mundo, propiedad de China en un 24% desde diciembre pasado Tianqui (otro gigante del sector, con minas también en Australia). SQM ha decidido posponer por un año el desarrollo de sus operaciones en el desierto de Atacama, una elección que la dirección atribuye oficialmente a la necesidad de adaptarse a avances tecnológicos demasiado rápidos en el sector de las baterías, pero que en realidad parece inspirada sobre todo por el deseo de respaldar los precios de las materias primas, que se desplomaron más del 40% el año pasado (a alrededor de 11.500 dólares por tonelada en el caso del carbonato de litio).
Los planes de expansión de SQM -autorizados por el gobierno chileno para triplicar la producción, a 180.000 toneladas- han sido un factor importante en la caída de los precios. El objetivo de la empresa ahora es alcanzar las 120.000 toneladas como muy pronto en 2021.
También la semana pasada, justo cuando Xi Jinping se presentó en la fábrica de superimanes, La china Gangfeng Lithium anunció un acuerdo para adquirir el 30% de Bacanora Minerals, una empresa que cotiza en Londres y se dedica al desarrollo de nuevos recursos de litio en México. La operación, explicó la dirección, pretende reforzar a Gangfeng en su estrategia de crecimiento para convertirse en el número uno mundial en la producción de este metal. El sector minero, que también tiene operaciones en Australia y Argentina, es un proveedor clave para Estas allá Y volkswagencon el que ha firmado contratos de suministro plurianuales.
En el último siglo, Estados Unidos dominó la producción mundial de litio, pero la competencia (al principio especialmente de Chile) llevó al cierre gradual de todas las minas: la última, Kings Mountains, en Carolina del Norte, está cerrada desde los años 80. Si algunos grandes nombres del sector siguen siendo estadounidenses, este es el caso de Albermarle Y Animado – Estados Unidos controla hoy sólo el 1% del suministro de litio, mientras que el 60% está en manos de los chinos, según Benchmark Mineral Intelligence.
De hecho, la producción minera se concentra principalmente en Australia (18.700 toneladas en 2017) y Chile (14.100 toneladas), incluso Argentina supera a China: 5.500 toneladas frente a unas 3.000, pero Beijing tiene participaciones en minas de todo el mundo, de las que se aseguró una parte importante de los suministros. Y sobre todo logró construir una posición de dominio absoluto en la transformación del metal en formas utilizadas en baterías, como el hidróxido de litio. Sin mencionar que las baterías en sí provienen ahora en un 60% de los casos de China, donde se encuentran algunas de las fábricas más grandes del mundo.
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