TURÍN – Walid Cheddira corre el riesgo de ser un gran arrepentimiento azul. El delantero del Bari ha sido convocado por Marruecos para los amistosos que la selección africana disputará a finales de mes ante Chile y Paraguay. El nuevo técnico Hoalid Regragui le ha seguido en los últimos encuentros de Puglia y con toda probabilidad ya debutará en los próximos amistosos. Y si Cheddira llegara a convencer, podría incorporarlo a la plantilla de jugadores que representarán a Marruecos en el próximo Mundial. Con los Azzurri en casa, Walid sería el único jugador italiano presente, ya que nació hace 24 años en Loreto, en la región de Marche, hijo de Aziz, ya un buen jugador en Marruecos que ahora se sube a la curva en San Nicola. para aplaudir a su hijo Ualino, Pasqualino en dialecto, porque en Bari paralizan amablemente el nombre de Walid. Este verano, el técnico italiano Mancini anunció que también estaría atento a los jugadores B, después de haber tenido fuertes remontadas en junio con los debuts azules de Gatti, Zerbin y Esposito. Pero sobre Cheddira, por el momento, no hay señales de una llamada futura, incluso si sus números ciertamente no han escapado al personal azul. Sin embargo, Walid está feliz de ser llamado por Marruecos, al que se siente vinculado culturalmente. Por supuesto, si saliera al campo en la Copa del Mundo, se olvidaría para siempre de la selección italiana. Mientras solo juegue partidos amistosos con Marruecos, la esperanza queda para los azules. Porque de momento no hay un delantero italiano tan prometedor. Nadie ha marcado más en partidos oficiales desde el inicio de la temporada. Ya son 9 goles, repartidos de la siguiente manera: 5 en la Copa de Italia de la que es el máximo goleador (2 en Padua en las preliminares, 3 en Verona, en Bentegodi, en la 1ª jornada), 4 en Liga durante 4 partidos en una fila (en el 1-1 con Palermo, en el 3-1 fuera de Perugia, en el 2-2 con Spal en casa y en la victoria del pasado sábado en Cosenza), que le hizo rey de los atacantes del B con Gondo y La Mantia. Walid, a principios de año, mantiene una media goleadora estratosférica, marcando un gol cada 68′. Y pongamos también un penalti y dos asistencias en el 2-2 de su debut en la Serie B en el Parma y ante el Spal. Cheddira marca en todos los sentidos porque sabe ser demoledor: agilidad, progresión irresistible con la que devora espacios, buen regate, gran competencia, excelente tiro en seco y un gol que siempre le ve bien, incluso marcando de cabeza, como en Sábado en Cosence. Por tanto, es normal que un chico tan prometedor y serio en su trabajo pueda cultivar el sueño de ir a Qatar en noviembre. Y lástima que los italianos nos arrepintamos, lo importante es que Walid, o Ualino, nos siga entreteniendo en cada partido.
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