Boric gana el milenio – Corriere.it

Chile gira a la izquierda. Gabriel Boric, 35, candidato de coalición Apruebo Dignidad (izquierda) derrotó a su oponente José Antonio Kast del Frente Social Cristiano (extrema derecha). Será presidente más joven del país sudamericano, el primero de la generación Millennial y el de más votos en la historia de Chile (56%). “Seré el presidente de Chile para todos los chilenos y no voy a gobernar solo entre cuatro paredes”, dijo en una llamada telefónica con el presidente saliente Sebastián Piñera. Y luego, dirigiéndose a sus simpatizantes reunidos en la avenida Alameda de Santiago por la noche, agregó: “Ha comenzado una temporada de cambio y justicia social”.

En su “discurso de la victoria”, iniciado en la lengua indígena de los mapuche, ha riconosciuto che «i tempi a venire non saranno facili: dovremo affrontare le conseguenze sociali, economiche e sanitarie della pandemia, andremo avanti a passi brevi ma decisi» ma ha assicurato anche che guiderà «un governo aperto, perché un governo non avanza da solamente. Con nosotros entra la gente a La Moneda”. Luego reiteró su compromiso de luchar contra el cambio climático cerrando una polémica mina de cobre. Y terminó con una referencia explícita al discurso de victoria de Salvador Allende la noche del 4 de septiembre de 1970: “Vayan a sus casas con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada”.

Boric entrará oficialmente en el cargo el 22 de marzo el próximo año. Mientras tanto, ya abandonó el aspecto de barricadero, barba poblada y cabello enmarañado, que no había perdido ni siquiera después de ser elegido diputado, con solo 27 años.

La espera por el resultado duró mucho menos de lo esperado, pues el mano a mano anunciado el día anterior rápidamente dio paso a una diferencia de diez puntos porcentuales (55,86% contra 44,14%). Y así, ya media hora después del cierre de las urnas, a las 18:30 hora local (23:30 en Italia) el polémico líder de la derechade ascendencia alemana e hijo de un nazi, admitió su derrota“A partir de hoy, el nuevo presidente de Chile merece todo nuestro respeto”, dijo Kast.

Poco después de que se anunciara la victoria de Boric, sus seguidores cayeron fiesta en las calles de la capital, Santiago, con cantos, coros y un concierto de trompetas, como por el triunfo de un equipo favorito. Y en muchas ciudades ha vuelto a sonar el canto simbólico de la era de Salvador Allende: “El pueblo unido jamas será vencido”.

Termina así una disputa electoral muy tensa y muy polarizada, que vio a los dos rivales enfrentarse sin mesura hasta el final. Los 15 millones de chilenos llamados a las urnas finalmente eligieron a la exdirigente estudiantil que lidera desde 2014 una coalición de izquierda que reúne a los Frente ancho y el Partido Comunista. Se presentó como el hombre del cambio y heredero político del movimiento de 2019 que, antes del estallido de la pandemia, llevó a decenas de miles de jóvenes a protestar contra las políticas ultraliberales de Piñera. Las protestas masivas en el otoño de ese año terminaron en violentos enfrentamientos con la policía y la muerte de unas 30 personas.

Por primera vez en tres décadas, las fuerzas que han gobernado el país -es decir, chile vamos y el viejo Consulta — no vino con un candidato presidencial. Boric se ganó el apoyo de los expresidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet en el duelo final. Sin embargo, su izquierda será muy diferente a la que ha gobernado Chile alternativamente con la derecha desde el fin de la dictadura del general Pinochet en 1990. Y ciertamente su gobierno se desmarcará de las políticas económicas del último ejecutivo de centroderechalo que ha transformado a Chile en una especie de “laboratorio del ultraliberalismo”.

Kast había tomado la delantera en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, pero sus posiciones extremistas -alabaron a Pinochet en varias ocasiones- asustaron al centro ya la derecha moderada. Por su parte, Boric restó importancia a las acusaciones de querer seguir los pasos del “chavismo” venezolano y, en cambio, logró reunir en torno a él no solo a los jóvenes y menos favorecidos, sino también a la clase media e intelectuales, proponiendo un nuevo modelo de sociedad social. estatal, con un fuerte desarrollo del estado del bienestar, impuestos para los “súper ricos” y la lucha contra la desigualdad.

Ildefonso Seta

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