Roma, 26 sep (askanews) – Al evaluar por primera vez el destino de los sitios más comunes que albergan telescopios terrestres, la elección de los sitios para construir nuevos telescopios también debería tener en cuenta las variaciones climáticas en todo el mundo, según un nuevo estudio a largo plazo debido a las actividades antropogénicas.
Con el cambio climático, cada vez más personas aceptan este problema y, lamentablemente, para quienes viven en ciertos lugares, migrar se convertirá cada vez más en una opción obligada. Incluso cuando se construye un nuevo telescopio, la elección de su ubicación requiere un análisis cuidadoso, y en la parte superior de la lista de aspectos a evaluar deben estar los aspectos meteorológicos y climáticos.
Según un estudio publicado en Astronomy & Astrophysics que muestra cómo el sistema actual para evaluar el sitio de construcción de un telescopio no tiene en cuenta las variaciones en las condiciones climáticas a largo plazo provocadas por el cambio climático. Las repercusiones en la calidad de las observaciones -leemos en Media Inaf, el boletín electrónico del Instituto Nacional de Astrofísica- podrían ser considerables.
La calidad de las observaciones astronómicas terrestres depende, entre otras cosas, de la claridad de la atmósfera, la humedad, el número de noches despejadas al año y la nubosidad del lugar desde el que se realizan. Por esta razón, los telescopios a menudo se ubican sobre el nivel del mar, por lo que la capa de atmósfera que los recubre es más delgada. Muchos telescopios se construyen en mesetas, en montañas volcánicas ubicadas en pequeñas islas (como Hawái o las Islas Canarias), o en vastas mesetas desérticas (como Chile), todas las cuales son generalmente secas y con poca cobertura de nubes.
Sin embargo, en el proceso de evaluación de los parámetros climáticos, la historia analizada para cada posible sitio de observación es de unos pocos años (cinco en promedio) y la evaluación del clima futuro de este sitio, que involucra pronósticos a largo plazo, está totalmente ausente.
Usando modelos climáticos de alta resolución desarrollados bajo el proyecto Primavera de Horizon 2020, los autores del estudio pudieron examinar las condiciones climáticas presentes y futuras para muchos lugares del mundo. Según el artículo, por ejemplo, el análisis de las tendencias climáticas futuras muestra que se espera que los principales observatorios astronómicos ubicados en Hawai, las Islas Canarias, Chile, México, Sudáfrica y Australia experimenten un aumento en la temperatura y el contenido de agua de la atmósfera. para 2050. Esto, para los astrónomos, podría significar pérdidas tanto en el tiempo de observación como en la calidad de los datos recopilados.
El problema, en el caso de los telescopios -continúa Media Inaf-, es que están construidos y optimizados para funcionar mejor en las condiciones climáticas actuales, y son poco adaptables a variaciones significativas de estas a lo largo del tiempo. El aumento de la turbulencia en el domo debido al cambio en el punto de rocío (la temperatura a la que el aire se satura con vapor de agua y comienzan a formarse gotas de agua), por ejemplo, puede conducir a una operación de refrigeración subóptima, con consecuencias directas en calidad de los datos difícil de resolver o mejorar.
Según los autores, dado el creciente impacto que tendrá el cambio climático en el futuro, es necesario revisar los procesos de selección de sitios para la construcción de telescopios.
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