El partido que muchos recuerdan por el asfixiante marcaje de trapattoni seguro Peléel amistoso Italia-Brasil de la 12 de mayo de 1963 (3-0 para los blues), también fue el inicio de un hombre muy joven Sandro Mazzola con la camisa Nacional. Esto también es imposible de olvidar.
Italia-Brasil, Mazzola debuta con goles
Prestigioso desafío en San Siro, a pesar de las noticias de que Pelé no está en plena forma es lo que más elude, y somos generosos. “O Rei” acaba de regresar de un accidente de coche con sus compañeros Djalma Santos y Zito, incluso, y no tiene el ritmo del partido en las piernas. Sin embargo, Brasil sigue siendo el vigente campeón del mundo mientras que Italia salió de Chile 62 en pedazos, con la famosa ‘Batalla de Santiago’, la derrota por 2-0 con los anfitriones y la prematura eliminación. El comisario técnico ha cambiado, es ‘Mondino’ Fabbri, que quiere replicar los excelentes resultados obtenidos con Mantua ‘de milagros’: es hora de refundarse y centrarse en jugadores jóvenes, empezando por Gianni Rivera. Mazzola ya es un habitual en el Inter, ahora juega en ataque y carreras de relevos con el jugador del AC Milan, a diferencia de lo que ocurrirá siete años después en el Mundial de México.
12 de mayo de 1963, Italia-Brasil 3-0: el partido
Mientras Trapattoni cancela a Pelé, también agotado por los muchos tropiezos sufridos por la Seleçao en esas semanas y sustituido en el minuto 26 por Quarentinha, comienza el espectáculo Azzurri: los de Fabbri abren el partido poco después con Angelo Sormani, nativo nacido en Brasil pero que floreció en Mantua de Fabbri. Apenas pasan 4 minutos y el colegiado francés Bois pita penalti que debe ir a Rivera, paso a paso, pero el jugador del AC Milan con un gran gesto deja el peso del tiro a Mazzola: “Lo mejor para ti, Sandrino”, le dice. Y Sandrino no se equivocó al respecto desde el punto de penalti, arrancándose los aplausos de un San Siro que en cambio desafió a Pelé (“El trotó durante veinticinco minutos y luego sale abucheado por los espectadores” leemos en algunos diarios). El penalti de Mazzola es algo así como una cuchara, deslizándose hacia la esquina superior con algunos escalofríos, pero aún así vale la pena duplicarlo. Brasil realmente descarado mientras Italia se desplegaba y encontraba el 3-0 en la segunda parte con Bulgarelli, ayudado además por un Mazzola en estado de gracia: un filtro en profundidad para cortar la superficie del Inter y una navaja ganadora desde el centro del campo de Bolonia. “¿Mi gol? Todo gracias a Mazzola, me dio un balón que no podía fallar”, dijo Bulgarelli después del partido. Para Sandrino, es la primera de 70 apariciones con la camiseta azul, aderezadas con 22 goles. Un auténtico comienzo a todo trapo para un hijo del arte capaz de imitar las hazañas de su padre Valentino, fallecido en la tragedia de Superga el 4 de mayo de 1949 tras marcar una época en el Grande Torino.
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