En este año de guerra en Ucrania, crisis energética en Europa y regreso de la inflación de dos dígitos, las buenas noticias inevitablemente han pasado a un segundo plano. Pero ha habido. Empezando por la tendencia hacia una pandemia que ahora es menos mortal en el mundo. En comparación con el pico de 15 000 muertes por día a principios de 2021, se han registrado regularmente menos de 2000 nuevas muertes por día durante los últimos tres meses.
La respuesta europea al éxodo sin precedentes de 5 millones de ucranianos también ha sido positiva. Incluso países como los del grupo de Visegrád que hasta ahora habían preferido cerrar sus fronteras han hecho su parte. Sobre todo, Polonia ha acogido a más refugiados ucranianos que cualquier otro país europeo.
Por una guerra que comienza (en Ucrania) hay una (en Etiopía) que ve una posible resolución. En noviembre, el gobierno etíope y el Frente Popular de Liberación de Tigray firmaron un acuerdo de paz. No se equivoquen, la tregua establecida en marzo ya había durado poco con un recrudecimiento de los enfrentamientos durante el verano. Y no todos los actores en el terreno (ver Eritrea) estuvieron involucrados en las negociaciones. Sin embargo, no podemos sino saludar esta interrupción de un conflicto que, en los últimos dos años, ha sido ilustrado por su dramatismo: medio millón de muertos militares y civiles estimados, millones de desplazados internos y una grave crisis alimentaria.
Por una guerra que comienza (en Ucrania) hay una (en Etiopía) que ve una posible resolución. En noviembre, el gobierno etíope y el Frente Popular de Liberación de Tigray firmaron un acuerdo de paz. No se equivoquen, la tregua establecida en marzo ya había durado poco con un recrudecimiento de los enfrentamientos durante el verano. Y no todos los actores en el terreno (ver Eritrea) estuvieron involucrados en las negociaciones. Sin embargo, no podemos sino saludar esta interrupción de un conflicto que, en los últimos dos años, ha sido ilustrado por su dramatismo: medio millón de muertos militares y civiles estimados, millones de desplazados internos y una grave crisis alimentaria.
Finalmente, quizás la mejor noticia llega donde más se necesita: en el frente energético. Hace unas semanas, un grupo de científicos estadounidenses logró por primera vez obtener una ganancia energética del proceso de fusión nuclear, generando más energía de la que inyecta al sistema. Entre los altos precios de la energía y la necesidad de eliminar los combustibles fósiles lo antes posible, la fusión nuclear parece ser el soplo de aire fresco que necesita el mundo. Una energía casi ilimitada, segura (no genera residuos radiactivos) y sobre todo limpia (no produce gases de efecto invernadero) por la que los inversores apuestan cada vez más.
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