por Paolo Menchi –

El próximo domingo se reanudará en Chile el proceso que debe conducir a la aprobación de una nueva constitución, que sustituya a la instaurada en tiempos de Pinochet, tras el fracaso del intento anterior.
Como ahora se sabe, en mayo de 2021 se realizaron las elecciones para la Asamblea Constituyente, que luego inició sus labores en julio del mismo año.
Después de alrededor de 10 meses de discusiones, se encontró un primer borrador en mayo de 2022, que luego se convirtió en definitivo con sus 388 artículos en julio, pero fue rechazado en el referéndum de septiembre pasado por alrededor del 62% de los votantes.
El 6 de marzo se constituyó una comisión de expertos, integrada por 24 miembros elegidos a partes iguales por la Cámara y el Senado, así como por 14 juristas aún elegidos por las dos cámaras, con la misión de redactar un anteproyecto de que se fundamentará el trabajo del Consejo Constitucional.
El próximo domingo será elegido el Consejo Constitucional, integrado por 50 miembros, 25 hombres y 25 mujeres, que tomará posesión el 7 de junio y tendrá la tarea de redactar la nueva constitución sobre la base del trabajo de la comisión de expertos que, Se rumorea que parece haberse llegado a un acuerdo sobre la reforma de los partidos que prevé su fortalecimiento para combatir la gran fragmentación, admitiendo en el parlamento sólo a quienes alcancen el umbral del 5%.
También parece haber acuerdo en mantener la forma de república presidencial, introduciendo la posibilidad de que el presidente sea reelegido una sola vez pero no inmediatamente después del mandato anterior.
En cambio, parece que todavía no se ha llegado a un acuerdo respecto al llamado estado del bienestar, especialmente en cuanto a la salud y el papel de los individuos en esta delicada área.
Al igual que en el referéndum de septiembre pasado, se requiere la participación obligatoria en la votación de los 15 millones de electores habilitados, si no quieren incurrir en multas.
En estos días en Chile hay mucha polémica por el hecho de que ha habido poca información, consecuentemente poco interés de la gente, que probablemente votará en un alto porcentaje pero solo para que no se apliquen sanciones.
El Consejo Constitucional tendrá un máximo de cinco meses para redactar una nueva constitución que será sometida el 17 de diciembre a un nuevo referéndum en el que los chilenos deberán aceptar o rechazar la nueva carta magna.