Los observatorios astronómicos más grandes del mundo fueron construidos en el desierto de Atacama en Chile por un astrofísico italiano, Massimo Tarenghi. Estos son los telescopios, radiotelescopios y otros instrumentos de ESO.
Su construcción fue (y sigue siendo) una empresa colosal, un desafío técnico y científico sin igual. Y nos ha permitido observar el universo con ojos y herramientas cada vez más potentes y refinados, lo que ha permitido a los astrofísicos hacer descubrimientos cada vez mayores.
Massimo Tarenghi es uno de los astrofísicos italianos vivos más autorizados. Graduado de la Universidad de Milán en física, en 1977 se unió al personal internacional del Observatorio Europeo Austral (ESO, del inglés European Southern Observatory). Gracias en parte a su visión y compromiso, ESO ahora está equipado con los telescopios y radiotelescopios terrestres más potentes y sofisticados del mundo.
De hecho, fue director del proyecto New Technology Telescope (NTT). A partir de 1988, asumió varias responsabilidades en el proyecto VLT (Very Large Telescope), convirtiéndose más tarde en Gerente de Programa y luego en Director de División VLT. De 1996 a 1999 fue el primer director del Observatorio Paranal.
Desde 2003 asume la responsabilidad de director de ALMA. En definitiva, conoce los grandes observatorios de ESO ubicados en el desierto de Atacama como, o quizás mejor que, su casa.
Profesor de Astrofísica en la Universidad de Milán de 1985 a 1988. Sus intereses científicos incluyen cúmulos de galaxias, distribución de materia a gran escala y núcleos activos. Es miembro de la Accademia dei Lincei y gran funcionario de la República Italiana.
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